La vida no es,
un mañana por despertar,
ni un ayer dormido,
la vida es,
un ahora,
con un fuerte latido.
Que canten los niños
y se levanten mariposas
a cada paso del camino.
No temas viejo amigo
que la luna, aún no se ha ido,
y resucitaran las lágrimas
como agua bendita en un suspiro,
porque en su claridad
yo sé,
que aun te sientes vivo.
No me des la espalda
noche de rocío,
que tan sólo quiero esta trova,
para dar amor a un corazón perdido,
que ayer yo fui paloma
hoy las plumas de un nido,
y mañana quien sabe…
pero seguiré llevando
mi corazón encendido,
y sean los trigales, los testigos,
del sol que alumbra el infinito,
que de hojas sé,
perdidas entre laberintos,
y de pétalos silvestres
cantando al aroma de lo vivido.
No temas viejo amigo,
que las olas del mar
hoy, se han levantado como un sentimiento furtivo,
y en tu aura de pescador
los delfines
bailan contigo.
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