Microrrelato. "El Mimo"



El Mimo




Conocí una vez, a un ser encantador. Era un Mimo. Iba, con la cara pintada de blanco, de la que se desprendía una lágrima dibujada, y entre sus manos llevaba una flor.
El Mimo, con su aliento, sus manos y una gran sonrisa, empezó a crear el mundo delante de mí.
Sacó de sus bolsillos una pequeña pelota que, lanzó con toda su fuerza. La pelota quedó suspendida en el aire y la bella esfera, se convirtió en el planeta tierra.
El Mimo, hinchó sus pulmones y  con el calor de su aliento, empezó a crear a seres maravillosos, para el pequeño planeta que, seguía suspendido en el aire.
Se acercó sigiloso, a la esfera que iba tomando vida. La miro de un lado, la miro del otro, por arriba y abajo. Parecía sorprenderse. 
Una de sus lágrimas se desprendió y tocó la esfera. 
De repente, la lágrima se convirtió, en un mar de color azul turquesa.
De ese mar azul, nació un niño. Diferente. Pero muy especial.
El corazón del niño, no bombeaba sangre, bombeaba agua azulada. Y cuando reía, contagiaba a todos cuanto le miraban.
Yo quise quedarme el niño. Pero el Mimo, me miró, y  abriendo mis manos,  colocó una de sus lágrimas pintadas, después, lanzó un beso al aire y me sonrío.
La lagrima pintada que, había en el hueco de mis manos, recobro vida, y de esa vida, nació un niño  muy pequeño de color azul. Desde entonces, me acompaña siempre.
Ahora, cada vez que veo a  un Mimo, me pregunto...
¿Qué secreto hermoso, guarda dentro de su corazón?.






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