jueves, 12 de marzo de 2015

Quizá....




Justo antes de morir, la aurora amanece
como un bajel entre las aguas,
en el silencio cristalino del sol del alma
y la púrpura noche, que descansa en el sueño de un pájaro.

Quizá fui un pensamiento,
en el ir y el venir
de la mariposa aleteando hacia el horizonte,
quizá fui, un beso perdido
entre la nieve que ocultaba
el blanco suspiro de la inocencia.

Pero tal vez,
mi hora tan sólo sea un reloj
ausente de manecillas,
con el tiempo eterno
de un sentimiento fraguado en las estrellas.

Y tal vez,
yo, tan sólo sea, este momento
en que las ramas crujen al viento
y en que el eco del silbido,
mi voz,
tan sólo sea, un ¡¡te quiero!!.







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