domingo, 8 de diciembre de 2013

"Las golondrinas tienen ojos de niños"










Ahora que la verdad
es un trozo de arena
en un reloj sin voz,

vienen las golondrinas
pellizcando un pedazo de pan,
y el sol alumbra
unas lágrimas sin nombre.

Porque tú,
porque yo,
somos todo aquello, que un día nos dijeron
que teníamos que ser.

Y yo, no quiero el canto
de la cigüeña  subida al campanario,

grito al viento 
y llega la lluvia desnuda sin dolor,

porque las golondrinas
tienen ojos de niños,
y su hambre va,
con el color de la inocencia.

No quiero un reloj
que tenga horas,
si no se les puede poner, a cada una un nombre.

Y ahora que el tiempo es,
un trozo de arena
caída del cielo,

no quiero,  sufrir la añoranza
de no saber quién eres,

golondrina, 
venida por tus alas
hasta mis ojos.




lunes, 2 de diciembre de 2013

"No había razón, para morir una segunda vez"






Irradiaba la noche el silencio en las horas
dormida la oscuridad, acaecía en el sueño del ser
 el viento elevaba las anclas
sobre un rostro de Tierra, humedecido por la lluvia y el amor.

El sol cubría el cenit, en los ocres de las hojas
y la inocencia, vestía de blanco su imagen perfecta.
Quise alcanzar el reloj
mas el tiempo deambulaba con las manecillas
marcando el norte de alguna esfera
 que aparentemente, se hallaba perdida entre las mareas del Cosmos.

Supe, en aquel atardecer de velos ancestrales
que estaba muerta
y no había razón
para morir una segunda vez.

Divise, sobre el perfil de un segundo, desvanecerse el arcano de la soledad
al contemplar el iris del viento.

 Naufragó sin rostro, el caudillaje de la muerte
con púrpura retenida, clavada en la osamenta de la oscuridad.

 En el recorrido de la Nada
exhalando el miedo,
mendigaba ser la reina, de un reino oxidado por el olvido de la luz.
Pero  tan sólo era, la hora punta sin sol silente.

Dejé de esconder en mi piel,
 al cónclave emisario
de los días sepultados, que ejerce un corazón, a todas horas palpitando.

Porque no hay razón,
ni razones perdidas,
que encarcelen la libertad al respirar vida.

Con mis manos desnudas de Apalache,
verde itinerante,
gacela que me lleva,
pido a todas las horas
el tic tac que me prestan,
para ser,
 la manecilla de este reloj, arcano de la vida
de tiempo y soledades,

para fraguar en el sentir rojo del corazón,
que por amor profana,
 la ley que ejerce, el péndulo de la oscuridad. 







domingo, 1 de diciembre de 2013

"Que no me falte la vida"







Que no me falte la vida,
que no se pierda mi memoria,
y mis manos estén siempre abiertas
como la sangre malva de mi corazón.
Que no me falte la mirada
ni los pasos de atrás empujando mi mañana.

Que no se vaya el sol
sin quemar las quebradas,
y mi soledad 
se detenga sobre el puñal que clava flores
 para renacer con nuevas esperanzas.

No te vayas amor,
con las luces que mi alma no alcanza
y no me dejes sin saber
que la lluvia retornará con tu palabra.

Que no me falte la vida,
que no  falte el agua,
ni el pájaro cantor
que posó sobre mí
 libertad y alas.