Que no me falte la vida,
que no se pierda mi memoria,
y mis manos estén siempre abiertas
como la sangre malva de mi corazón.
Que no me falte la mirada
ni los pasos de atrás empujando mi mañana.
Que no se vaya el sol
sin quemar las quebradas,
y mi soledad
se detenga sobre el puñal que clava flores
para renacer con nuevas esperanzas.
No te vayas amor,
con las luces que mi alma no alcanza
y no me dejes sin saber
que la lluvia retornará con tu palabra.
Que no me falte la vida,
que no falte el agua,
ni el pájaro cantor
que posó sobre mí
libertad y alas.
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