jueves, 31 de julio de 2014

"Donde no hay espacio para el olvido"







Quizá no fui la palabra exacta
  el ambiguo respirar del viento
ni la conciencia perfecta en los mares de la vida,
quizá,
 tan sólo fui un segundo en el baluarte del tiempo inconcluso, 

mas tuve
la mirada fija en el rostro imperecedero de las aves,
en la lluvia, que acariciaba la húmeda faz de la tierra,

sentí,
la madera en el tronco vacío
anidado en la luz de las mariposas,
y la inocencia de las amapolas
 liberando el néctar rojo de su piel.

Quizás caí 
de algún pedestal en la fortuita tempestad de los cielos,

mas hallé en la tierra firme 
el coral que dibujaba las siluetas del amor.

Viré mi alma, en sentido contrario a las manecillas del reloj
y permanecí quieta,
contemplando cada huella en la existencia de la palabra,

adoré al ruiseñor, con la fragilidad de su canto,
 dormí entre los mantos de la noche
cuando mis ojos sellaban tu luz
y mi corazón
 palpitaba entre las mareas del sentimiento.

Abracé el descenso de cada hoja
 que llegaba al hueco de mis manos
e irradié con mi mirada el sustento del ahora.

Y ahora,
 que el tiempo envejece entre las tundras de una memoria
no soy olvido de nada,
acaricio tu semblante con la oda de mi espíritu
y dejo…
que las manecillas del reloj
encuentren su rumbo.




"Pescador"





Pescador,
lanza la red
y envuelve mi alma en tu saber.

Abrázame en las olas del mar
que besan el crepúsculo del nuevo día.

Ven, magnitud infinita
en el vuelo reposado de una mariposa,
del silencio continuo del sentimiento esbozado
y de la lluvia, cuyo río celestial
lava las heridas de nuestra tierra.

Déjame sentir el pétalo blanco del loto
y aire inmaculado
que penetra en la esencia de cada mirada, de cada rasgo.

Oh, mi luz,
en mi noche devastadora,
tejedora infiel
del tiempo que ausculta la verdad
y deja el canto de alguna estrella,
sobre la nube estelar.

Déjame mi dios
afianzarme en tu seno,
Pescador de lunas y vientos huracanados
y de imposibles por realizar.

Déjame ser la piedra
en la profundidad del mar
y la esencia viva
que resurge a cada momento
sin más palabra que mi andar.

Pescador,
quiero ser tu red
y el hueco infinito
que labra la tierra en su sangrar.













domingo, 27 de julio de 2014

miércoles, 23 de julio de 2014

"Lo divino se viste de anonimato"











Lo divino se viste de anonimato,
en  el canto de un pájaro,
en la gota de agua, de un manantial,
en la hoja verde y ocre, que nace y renace del árbol 
y es guiada por el viento a la infinitud de los sucesos.

Lo divino se manifiesta
en la mirada inocente del niño
en las canas del anciano,
en la lluvia que reverdece las flores del campo
y en cada pétalo que deja su esencia.

En los harapos marchitos del mendigo
que aun ignorando su existencia
es luz dorada en su propio latido.

En las cumbres de la inteligencia
que humilde se muestra 
y esboza cánticos a la luz de las estrellas…

Lo divino se muestra en la carne,
en el beso de los amantes,
y en el adiós de una memoria
que busca incesantemente la palabra y el silencio
de lo que siempre ha sido
y perdurará en los latidos del universo.

Lo divino eres tú, en el anonimato de tu silencio.






martes, 22 de julio de 2014

"El vuelo de las cigüeñas"








Nunca debí llorar tu nombre
ni el paso ausente de las cigüeñas,
ni aquel campanario que por tosco
enmudeció el sonido de un amanecer.

Debí fraguar mi sentimiento
en el molde acuoso de la tierra
y elevar por encima de mis hombros
la mirada de las hojas
que ignoran el viento y mecen su esencia.

Pero no supe, mi Dios,
ser más carne, que la carne que poseo,
y estremecerme ante el vendaval de la vida,
cogida al perfume de una rosa
y deshojando mi alma ante la ceguera.
No supe ser más perfecta
ni esconder esquinas sobre la lluvia de primavera,
ni parar el torrente 
que se llevaba la fragilidad de mi alma.

No supe mi Dios, 
ser la hora y el tiempo,
y el día y la noche
sobre la luz de tus estrellas.

Mas vi, sobre el fuego de esta tierra
como la inocencia pernoctaba sobre tu sueño,
y emprender de nuevo
el vuelo de las cigüeñas.







jueves, 17 de julio de 2014

"Ninguna filosofía..."


Ninguna filosofía,
 ni religión,
ni el sabio más grande del mundo
pueden hacer, que sientas el perfume de una flor,
ni el vuelo en libertad de un ave,
ni como fusionarte con el ocre de un atardecer,
no pueden,
como hacerte sentir, la vida y amarla. 

Tan sólo el corazón
en su latido divino, de carne venido,
tejido en sentimientos y miradas,
posee el don
de saber, sentir y amar.

domingo, 6 de julio de 2014

"Los maizales junto a la ribera del alma"





Seguí la brújula del tiempo,
las acacias acariciaban el silencio de la memoria
y recordé 
que en mi esfera pequeña germinaba la noche.

Supe,
 que no habría lugar en las hondonadas del corazón
 donde el sentimiento se vistiera de mariposa,
porque fuiste ave en el paraíso perdido
y observé
 el calendario que día a día, perdía sus hojas
e impúdico
 mostraba su fuerza,

mas todo
 era un pasar en este mundo de corales
y el silencio
 clavaría la flecha de la muerte,
sin que yo, pudiera evitarlo
y no quedó mas rostro
 que el lecho verde que agitaba una lágrima.

Fui del silencio
 la hora continua de tu voz
y amalgamé
 en las coordenadas de tu piel 
la esperanza que unía el Universo, con las flores del naranjo.

La sombra
 se cernió en la mirada de los niños
y el luto
 castigó la inocencia del ángel venido,
 lloré por ti, lloré por mí
sin saber
 el porqué del misterio que se fraguaba
en las hojas esmeraldas del árbol de la vida
y se precipitaban sin más consuelo que la fe
 y la daga que abría heridas.

Cerré mis ojos para ver
y vi amor, en la latitud del ocaso
que sin palabras
 se desvanecía en las aguas de aquel mar
que entre azules y rojos dejaba la huella invisible.

Y llegará un tiempo
 en que la sombra sólo sea un sueño que se olvide,
con  los maizales que crecen junto a la ribera del alma.

sábado, 5 de julio de 2014

"Los lindes entre la luz y el sueño"



Quise llorar tu recuerdo
y mis lágrimas descendían
como la lluvia inesperada
que cala la tierra
y deja su aroma entre los enebros

Quise
suspender los relojes
y virar la arena
que marcaba los segundos
y fraguaba los lindes entre la luz y el sueño,

mas torpe en mi confesión
fui del alba
la noche que trenzaba el deshielo.

Frágil el viento
acaece en su silbido el nombre
y desnuda entre las lágrimas de mi corazón abierto
las hojas de un árbol
que por fuerte y eterno,
desliza entre su madera
el amor, que un día quedó en mi corazón
y en las estrellas del firmamento.



"Como una alondra en mi pecho"





Cruzó la noche
el horizonte despierto de la luna,
y el agua 
corría en pos de algún secreto,

Fue
aquel ángel de lluvias y tiempo,
la voz de un corazón,
el suspiro de algún sueño eterno
que llego como una alondra sobre mi pecho.

Quise tomar de su voz y de su silencio
las auroras que marcaban
 el sino de alguna estrella fugaz,
y sentí
la brisa de aquel mar
cuyas olas atestiguaban 
 cada gota de azahar.

Mas supe
que tu alma fugaz
 en la lluvia de mi tiempo
sería amor,
sería tu voz sobre mi lecho,
y comprendí 
que la luna y el cielo tan sólo eran
tu rostro de misterio.

Y hoy,
sobre las horas de mi cuerpo
renacen cantos 
tan efímeros y eternos
como tu alma de alondra
que penetra en mi mirada
y en mis noches de invierno.



"La justicia duerme en los hangares de la memoria"




Suspendida una lágrima en las fibras del universo
recorre la latitud del tiempo.

Añoran las gaviotas
el pulso del mundo,
porque la justicia duerme
en los hangares de la memoria.

Oh, mi dios,
volando van
sobre las mareas rojas de la inocencia,
y como niños emprenden el vuelo, con los ojos de un ayer.

Tal vez, 
una rosa desprenda la espina
que subyace en el centro del corazón,
tal vez…

pero hoy,
las horas son noche, en el canto ambiguo de un destino incierto
y amanece, mi dios,
con la lluvia que serpentea entre los cuerpos.

Puede... 
que el silencio sea peregrino
y alcé algún día su voz.

Quizá, 
el mar agriete su matriz y nazcan uvas de sal
quizá, mi dios…

pero hoy,
el fuego arde 
y las gaviotas trémulas en el aire son frágiles,
y lloran,
lloran con vuelo de un destino que no han concebido

y sus lágrimas
suspendidas en el éter de esta canción,
es la lluvia que fertiliza 
las esquinas de mi corazón.





viernes, 4 de julio de 2014

"Arañando la verdad"





Arañando la verdad
en un pozo de engaños,
secuestrada la vida, como el canto de los pájaros.

Con que “yo”, te identificas,
arduo seglar de tronos vacíos
de trincheras carcomidas en tiempos envejecidos,
y la inocencia rueda
en las perlas gastadas del río.

¿Qué voz
despertara la mirada
de la inconsciencia plena en un mundo de latidos?

¿Qué latido abrirá la puerta
a la blanca paloma
para cerrar heridas de ceguera?

Y el mundo rueda
con la imaginación del humo
que se escapa por las chimeneas.

¿Quién será el pan y el trigo
que luché por la verdad
sin decaer
como la falsa marioneta?.

Cuando la lágrima es agua de mar
que alcanza la ribera,
la piel es alma,
sin cambio de moneda.


jueves, 3 de julio de 2014

"Desde el otro lado del espejo"




Escribo desde la soledad
del otro lado del espejo.
Donde la lluvia es
la lágrima inocente de un niño
que empuja por vivir
y el sol árido en la tierra
de liturgias inconfesables,
apuran el minuto, para obtener el alimento de alguna sangre.

Siento latir el corazón
del universo desgastado entre las manos del labrador,
agitándose las olas del mar perenne
de la inconsciencia heredada.

Veo al árbol desnudarse
de la piel que le ampara
y el viento, silba los ecos de un tiempo perdido.

De esta soledad de trono de cielo
de espadas imaginarias castigando la verdad,
del rocío que huele a muerte
y del frescor del tomillo
liberando esperanza en los campos de la tierra,
veo y siento
a mi hermano y amigo
con un canto hecho de vida
de luces y latidos trasparentes,
luchando por su sino
luchando por reencontrar
el otro lado del espejo.

Que mi voz
no sea voz de silencio
y sí, de huella y testigo,
donde las miradas no caigan
en el viento del olvido.