Arañando la verdad
en un pozo de engaños,
secuestrada la vida, como el canto de los pájaros.
Con que “yo”, te identificas,
arduo seglar de tronos vacíos
de trincheras carcomidas en tiempos envejecidos,
y la inocencia rueda
en las perlas gastadas del río.
¿Qué voz
despertara la mirada
de la inconsciencia plena en un mundo de latidos?
¿Qué latido abrirá la puerta
a la blanca paloma
para cerrar heridas de ceguera?
Y el mundo rueda
con la imaginación del humo
que se escapa por las chimeneas.
¿Quién será el pan y el trigo
que luché por la verdad
sin decaer
como la falsa marioneta?.
Cuando la lágrima es agua de mar
que alcanza la ribera,
la piel es alma,
sin cambio de moneda.
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