Quise llorar tu recuerdo
y mis lágrimas descendían
como la lluvia inesperada
que cala la tierra
y deja su aroma entre los enebros
Quise
suspender los relojes
y virar la arena
que marcaba los segundos
y fraguaba los lindes entre la luz y el sueño,
mas torpe en mi confesión
fui del alba
la noche que trenzaba el deshielo.
Frágil el viento
acaece en su silbido el nombre
y desnuda entre las lágrimas de mi corazón abierto
las hojas de un árbol
que por fuerte y eterno,
desliza entre su madera
el amor, que un día quedó en mi corazón
y en las estrellas del firmamento.
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