martes, 12 de noviembre de 2013

"Déja-vù."










Anidaron los pájaros sobre el hueco del árbol,
el sol irradiaba el plumaje de la mirada índiga,
y el horizonte cubría la noche
cuando el silencio deslizaba la libertad
con la horas que convergen entre las almas.

Quizá, nunca sepa la verdad
que se esconde en el firmamento,
pero mis ojos saben
que el amor es un déjà-vu de ida y vuelta.

Cuando percibo el silencio de tu voz sobre mi alma
sé, que la inmortalidad 
camina en el vago recuerdo de la esencia,

quizá la memoria sólo sea
la mirada trasparente, que trasciende las ramas de los árboles
para divisar el lago nevado en la sien de un canto
que no pierde el latido del corazón.

Aunque sienta el vacío de las horas perdidas
en el crisol azul del océano, se teje el tiempo,
recordaré
olvidaré.


Volveré...
volverás...
volveremos sobre las aguas del río,
sobre el canto matinal
y silbará el viento la oda de todo lo que fue
y de todo lo que está por nacer.




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