"Ego"

El ego, nos hace sobrevivir, aún y en la cuerda  floja

y cuando se rompe, creemos morir.

¡Mas no, no es así!

Justo ahí, se abre el corazón en la dimensión desmedida

y la flor exhala al viento sentimientos sin color.

Ventana de plata, sin mas fondo que el cristal de la mirada

y gira el infinito sobre la rueda de destinos.

 No soy comerciante de vidas

ni paloma blanca, que espera el ingreso en el cielo

ni sé, de cruces ni espadas , tan sólo del amor que se pierde en el deseo.

 Dos flores caminan sobre el viento,

serán  despojadas con lágrimas de adentro

y fluctuará sobre el eco del universo

el llanto del crecimiento.

Mas yo,  no encuentro la salida del amor perfecto

ni de la tierra que engulle el lago,

ciénaga inconsciente, del amor verdadero.

Y  los pájaros, vuelan aún sin sendero,

para errar en la brújula de la piel y crecer como hechiceros,

y en mi vasto desierto, grito en las dunas

arañando el viento

para mover mi ego, y enseñarme que no soy ángel,  ni flor de invierno.

Mas sé, 

que la piedra se deshace con el tiempo,

se  erosiona con las aguas del mar,

 puro sentimiento

para sobrevolar las esquinas de algún universo

y ser la desnudez,  donde no queda traje en este deshilachado pavimento.

 No me duelen las horas, ni me duele el momento

soy aire inspirando la vida

y abriendo mi alma a los sucesos.

Que el ego, por amor pasa, y el viento lo arrastra,

 lo sacude como un títere sin hilos, ni esqueleto,

y es que, amor, decimos amor, cuando  en verdad decimos ego.

Y ahora, en esta noche con mis brazos alzados  al viento,

¡volad, pajarillos volad!

Que no soy nido de espinos

ni almas retener puedo.