sábado, 2 de noviembre de 2013

"Si por morir muero..."







Callada la penumbra espera la aurora.
En este vals de caracolas, que agita el viento aprisionando el  devenir.

Si por morir muero, venga a mí, el insaciable destino.

Afilados van los cuchillos recreándose en las canas,
Sedal, de amor ambiguo en las costillas del paraíso,
tiempo, donde fuimos de las almas niños.

Pasaron  horas indecisas, cobrando diezmos en la piel.
angosta huida,
que no cuenta la  vida por años, sino, por abismos de mármol serpenteante, que cincelan la faz del cadáver.

¡Ay, de mí!
 Si en la extenuada andanza sólo viera vida sepultada , y fijara en el sentimiento, la mortaja del vacío.

Existen al otro lado del  corazón enrojecido
níveas oscilaciones del alma, que van apurando la inocencia.

¿Qué decir?
Cuando todo parece bien,
y el sentir soporta la tormenta, en este cajón de ilusiones que ensancha la conciencia.

¿Qué decir?
Si en mis tempranas canas, recojo el sonido que agita la vida en su templanza.

¡Que no me corten los cuchillos, en su diestra mirada!
porque llevo en mi alma paisajes marinos, tan azules como mi añoranza.

y si por morir muero,
quede clavado en mi rostro,
la sentencia del amor entre azules alboradas.




No hay comentarios:

Publicar un comentario