sábado, 2 de noviembre de 2013

"Salvaje y orador"






Sentí el lenguaje incorpóreo de los ojos,
y el bramido ardiente de un corazón
en  los pasos lentos de mi aura.

En el silencio
el lobo aulla en el cuerpo de  luna entregando su rendición,
salvaje sí,
orador también,
secreto definido
y misterio de un edén.

Fortifiqué la laguna de un mundo expatriado,
exilio escrito con árboles y sombras
por un sol que late en el interior de la tierra.

Kamikaze voy 
a la conquista de la Nada
donde los torreones de mi alma
capturan la esencia de otro mundo. 

No temo conocer el vacío de un abismo,
 mis pies caminan sobre el aire,
la noche se trasforma en alba
y en un segundo lo eterno me abraza.


Esperé el momento de amarte con la mirada,
gotas de Universo, deslizándose por tu espalda.

Llevo en la añoranza el cuerpo de un mundo,
llevo en mi mirada el fuego de mi espíritu,
mas el agua, ronronea sobre las piedras, que de arena  forman, la sal y la hiedra.







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