Carne herida, suspiros de esperanza.
Caen lágrimas.
Voy buscando la muerte entre arrecifes y escarcha,
voy buscando la vida entre amores y alabanzas.
¿Quién osa mantener el silencio,
cuando el cielo calla?
En mi pueril estancia, camino con la vejez a la espalda,
cruza una saeta
ensangrentando mis pies cuando el aire me falta.
Voy buscando el aire
que de ti me ascienda una nueva plegaria.
¿Quién habla cuando el silencio es voz
y la voz, tenue mirada?
Si al palpitar oigo en mi corazón
la que nunca creció, y en triste mirada
deshoja tu aliento y no encuentra nada.
Voy buscando la vida
que por nacimiento me fue arrebatada,
y es un hombre de huesos con alma nacarada
el que hace mella en mi memoria
y dice: que no soy esclava.
Entonces …
¿Porqué tantas cruces?
Si de alabastro y tierra es,
el único vuelo atado a mi falda
que deja de mí
el amor que hoy me soslaya.
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