jueves, 31 de octubre de 2013

"Aventurero Intrépido" (Intrèpid aventurer)













Quién fuera el azul del mar y la luz de la estrella en la noche,
quién fuera el viento...
y quién el silencio, para observar la palabra.
.
Vengo desde una cuerda colgada en el Universo,
soy el alma vestida de piel
y mis ojos cruzan la ruta imaginaria
del pájaro migratorio.

Todo es tanto,
y todo es nada,

 La vida es un fuego
que no se apaga,
la llama se  levanta con el viento,
y yo, me levanto con las alas de la ilusión, ligeras como el vuelo del sentimiento.

Ilusión es ser,
sentir y hacer,
Ilusión eres tú, y soy yo,
Ilusión es el Firmamento.


Se rompen las cuerdas
y acaece un corazón,
nace una flor,
palpita la sangre
y de la oscuridad surge la claridad.

Tiempo de amor,
aventurero intrépido
no me digas lo que soy...

Porque soy…

tu otro yo.


Intrèpid  aventurer

Qui fos el blau de la mar i la llum del estel a la nit,
qui fos el vent
i qui el silenci, per observar la paraula.

Vinc d’una corda penjada al Univers,
soc l'anima vestita de pell
i els meus ulls creuen la ruta imaginaria
com l’ocell migratori.

Tot es tan
i tot es res.

 La vida es un foc
que mai s’apaga
perquè la flama s’aixeca amb el vent;
i jo, m’aixeco amb les ales de l'il·lusió, lleugeras com el vol del sentiment.

Il·lusió es ser,
sentir i fer ,
il·lusió ets tu, i soc jo,
il·lusió es aquet Univers.

Es trenquen les cordes i esdevé un cor,
neix una flor,
palpita la sang
i de la nit en sorgeix la claror.

Temps d’amor
intrèpid aventurer,
no em diguis que soc...
perquè soc, tu mateix.








"A los pies del silencio"









A los pies del silencio
mi alma  y mi voz rota,
con  manos labriegas.

Sentada bajo las ramas del ciruelo,
en el haz del aire el eco de los trinos de los pájaros,
gorriones de ida y vuelta,
 flores níveas en la garganta.

Desvanecida la aurora gotea sentimientos
de los que un día fueron,
y aún permanecen en algún sendero del corazón, que no se olvida.

Que la lucha, no sea la victoria perdida,
ni el canto ausente de la inocencia,
que los días, no duerman en el silencio de la muerte
y cada rayo de sol,
contenga la luz
de todas las voces que amaron.

Si  fui algo
alguna vez en la vida,
cierto es,
que ahora sólo canto,
y la paz cruje
los silbidos de un ayer
en las formas exactas de la memoria.




miércoles, 30 de octubre de 2013

"Nada pude hacer"







Nada pude hacer en aquella hoguera de fuegos
donde los sueños esparcían sus cenizas
en mi alma doblegada.

Una lágrima,
 satura la pena del corazón
y cincelando la aurora del iris
el mundo contempla cada latido,
que a golpe de sangre, se estremece con la vida.

Expía el gorrión con sus cantos
el talle nacarado de la voluntad.

En mis pupilas se hunde
la daga cortante en el seísmo del amor,

 Palabras,
elucubradas en las aristas del vacío
y clavando la espuela en la carne de la inocencia.
Relama con lágrimas, la herida, suturar el corte sangrante.

¿Quién insufló la noche de esperanza?
¿Y qué alas, no surcaron el cielo bendecido?
¿Qué muerte ahogó el hechizo?

Si pudiera retroceder y despojarte del aullido
y dejar en tus ojos la fragancia
que alimentaba tus latidos.

Si pudiera vencer el tiempo y pararlo en el beso compartido.

¿Quién movió el reloj, acrecentando el vacío?
Tan sólo, una replica impugna mi lágrima.

-El amor y el destino conducen a las almas
bajo el peso de la inocencia quebrada.

Todas las puertas se abren,
si no lo hacen hoy,
lo harán mañana-

Triste amanecer en la consciencia del alma
respirando libertad en las perlas del precipicio.

Pero no hay peligro,
 tan sólo es un andar,
 un camino hacia a la vida.
Saqueo de la ignorancia blanca
en el óxido la negrura,
y el amor es crucificado por palabras huecas.

¿Cuántos clavos oxidados
seguirán penetrando en el madero de la vida?





"El depredador es mental. El Amor, es Universal".








Dar y recibir. Equilibro y paz.

Soy, porque tú eres,
existo, porque tú existes.





martes, 29 de octubre de 2013

"Las luces del madrigal"












Camino en las soledades al vértigo de tu tez,
sobre tu alma seré, la flor que un día besaste
y en los caminos del sol a la luz de mi viudez
amaré entre los silencios, el beso que me dejaste.

Bajo una lluvia de lunas se acunará el sentimiento
fusionado en el calor, que el tiempo no se llevó,
dormirán las azucenas prendidas en el firmamento
y en la noche sentiré, como un ángel me arropó.

Caminaré sin saber hacia las sombras del eco,
senda que mi alma esconde, como el cofre del ayer,
se vuelve como un refugio de añoranzas y del lleco
por todo el tiempo que amé tu faz al anochecer.

Volverán las blancas odas con frágiles sinfonías,
sentimientos que alzará la bóveda celestial,
canta el solsticio al recuerdo de tu voz sin agonías
y en mi alma sólo quedan, las luces del madrigal.

"Ahora, en la hora de las hadas"



Ahora que las hadas duermen
y el mundo se vuelve ilusión.
Ahora que tú sueñas en cielo abierto
con miles de estrellas y la luna a tus pies.

¿Dime tú,
de que estas hecho?

Ahora que las hadas vuelan
y traen de regreso el manantial cristalino y fresco
con el agua impregnada de sueños eternos
que vagan por las almohadas, siendo hechiceros,

y en su magia,
tus sueños
se hacen verdaderos.

¿Dime tú,
de que estas hecho?

¿En que velo del Universo tejido en ramas, flores y miel
ha coronado tu cuerpo, con la vida en tus pies
paseando tus sueños de nácar,
lluvia y amanecer?

Porque en esta noche,
en tus manos de silencio
se oye la voz del firmamento.

Ahora que los ángeles duermen
y en el tul del cielo es todo ilusión,

¿Dime tú,
de que estas hecho?

¡Dime…que no sueño
dime, que no eres sueño!

Dime que eres Amor
nacido de la llama del fuego.

Y ahora, en la hora de las hadas
donde todo es sueño

el sueño, sueña...
que todo es verdadero.





lunes, 28 de octubre de 2013

"El valor constante del instante preciso"









Latidos que enmudecen con las sombras de un ayer,
parece que todo ha cambiado,
pero no,
continua la tiranía impuesta
buscando la perfección
en los albores de los dioses.

Las palabras no cesan emitir constantes peregrinajes
y el silencio no puede callar la culpa y el castigo del rehén.

 Tan sólo es una ilusión,

¿Por qué mi alma ha de saber más que piel?

¿Por qué lo efímero de los días es contravalor a la eternidad?

¿ Por qué, se  he de ser culpable
por las cruces y los calvos que no estuvieron a mi alcance,
cuando la noche tronó y los ríos de lágrimas
embebieron toda sustancia de libertad?

No puedo soñar. No sé soñar.
Mi corazón palpita
y mi piel se desgrana ante la magna sustancia
de sentirme viva,
mis oídos están sordos,
mi boca enmudecida,
y atrapo el olvido con mis dedos.

Hay otros soles, otros nombres, otras percepciones,
otros universos, en esta ruleta de suertes,
y camino y camino con el corazón henchido
porque amo y vivo por efímero…
Valor constante del instante preciso.




"Espíritu"






Cabalga con la noche en la crin del silencio,
y una lágrima amorosa mece al mundo
entre flores y riachuelos
lleva en el alma salvaje
la esencia de un corazón,
que late con la fragilidad del gorrión,

 se oye su voz cantar
a lo lejos,

 la lluvia encarama la humedad de la tierra
y la fragancia existencial
de los árboles, con la flor del fuego  danzan con el viento.

 Espíritu
voz y artificio,
de las palabras que bendicen los senderos,
y levanta ecos
entre las rocas luminosas del universo,

toda alma es libre,
y todo vuelo
es perfecto,

y yo,
junto al fuego en el gélido invierno,

te recuerdo,
te recuerdo.

**




domingo, 27 de octubre de 2013

"Tormenta eléctrica en el Golfo de Bengala"




El tiempo pasaba rápido,
como una lanza encendida a través del horizonte
y el pulso de la media noche inundaba mis pensamientos, que iban cayendo como las hojas de los árboles.

El destino en su faz ambivalente del claro oscuro de la vida, se mostraba ante mí
y los relojes esculpían en aquella zona inalcanzable por mi memoria, un haz de presente continuo.
Sin pasado y sin futuro, tan sólo el silencio del aquí y el ahora.

Se levantó el viento azotando con furia el casco del barco, 
temía, por aquella tonelada de chatarra, en medio de la tormenta tropical 
que  estaba dispuesta a dejarse ver, en su faz angustiosa sobre el cielo. 

Al viento alcanzó fuerza ocho,
ladeaba el casco de barco como una marioneta sin hilos,
la mar mostraba su cara más dura y cruel,
las olas se levantaban como picos encrespados,
aquellas montañas de agua, en la insolidez del líquido nos dejaba al desamparo de los dioses. 

La lluvia empezó a caer con la fiereza de un cielo agrietado
rasgado por los truenos que abrían de par en par sus entrañas.

 Las secuencias de vida encima del barco, eran como el papel,
 que es  golpeado de un lado a otro y llevado por el viento sin compasión.

El tiempo se había detenido en la tensión de todo mi cuerpo. 
 La cólera de los elementos se arracimaba en aquella oscuridad densa
que paría rayos, y resquebrajaban con su luz el grito tormentoso de los truenos que le sucedían.

 Impotente, me sentí en manos de una grandeza,
 que más que superarme,
 revelaba su faz oculta con las fauces de un poder,
 que nos dejaba como títeres en medio de las montañas de agua. 

Aunque en el pulso de la superioridad de aquella tormenta eléctrica
parecía haber, algún corazón compasivo
 en su naturaleza de dimensiones incomparables, ante nosotros.
 Los rayos se desmenuzaban contra las olas del mar.

Comprendí que me hallaba en algún punto inexacto de la balanza del destino
Fueron horas extremas. Sentía la vida y la muerte agolpándose en el mismo instante
el tiempo desobedecía su naturaleza
 colapsado en su avance y en la lentitud de su recorrido era un todo sin referencia. 

Cables colgando del cielo con vida propia que iban ramificándose
con la rapidez que no capta los fotogramas de cada secuencia.

Mi pequeñez humana se crecía ante aquel escenario que parecía indultarme
 y me invitaba a formar parte, de lo realmente grande. 

Sentía como si el grito de Dios
 se mostrara ante mis ojos,
 y su existencia quedaba directamente ligada a la mía.
El Barco guanto estoicamente.


(Fotos cedidas por J.M. Morgadella)








"Cerca, muy cerca de Orión"




No era el momento,
teníamos que crecer,
los olivares aún no habían florecido
y el viento llevaba la añoranza de un tiempo pasado.

¡Ay, amor!
corazón de tierra adentro
cuántas lágrimas entre la luz y la sombra
de un corazón que batea a la lumbre de Orión.

No he perdido nunca aquella canción de las sirenas
aunque en  mis manos hechas de algas, crecían los corales del amor,
y como una gaviota emprendí el vuelo
para surcar otros océanos.

Tan azul como la noche
tan azul como el día
mi alma hecha de auroras y horizontes
levantaba las velas para coger el viento y ser el mar de la vida.

Una mirada más, 
que pudiera comprender el cielo estrellado.

Y la noche se cernió
con el canto ambiguo de las olas,
y quise cerrar los ojos a la muerte
y arar los campos
donde las huellas sempiternas, dejaran un halo,
una estela,
una flor de olvido, que junto a las mareas renaciera.


Y el ocaso enrojecido fuera testigo
de una tierra que tuvo y fue amor.

Jugamos como niños,
porque no entendíamos de la vida,
tú, capitán, y yo Estrella Polar
hacia un rumbo de sueños, 
esperando a despertar en alguna constelación,
cerca, muy cerca de Orión.






"Atardecer en los álamos"






Vi el atardecer sobre los álamos
con matices anaranjados
que ocultaban el sentimiento del alma.

 Te  llamé
con el susurro de la voz,
 el canto de la esperanza
y la mirada en el infinito.

 Viejo amigo,
dador de cuentos
 de vida y leyendas
 nacidas de tus labios, morían en el mar,
enigmáticas criaturas del verbo
que me hacían soñar.

Y soñé con un bajel,
 mis brazos alzaban las velas
que arropaban tu aura,
y el latir de un corazón, que se prestaba para ser amado.

Pero me perdí
 entre las olas de la vida
y surqué en la infinitud de la bóveda celestial
para hallar un nombre, una sigla de identidad… 

un cómo, y un por qué,
y fui testigo de la oscuridad
que arrebataba la inocente enmienda.

Y seguí
con la sal de mis lágrimas,
seguí
sin más brújula que mi propio palpitar
y allá, en el norte de la ilusión
vi, a un Bergantín luciendo sobre el azul del mar.

 Te llamé, 
  acudí a tu voz...
tan sólo el tiempo demoró
lo que estaba escrito en el cielo
y, lo que el destino pasajero abordó.







"Donde se cruzan las almas"




Ajena a la daga que rompe la vida
enlazo las horas del calendario,
donde tu lágrima, es eco en la voz
que arrulla un paisaje que presiento mío.

El tiempo es una hoja caduca
de ocres otoñales y blancos segunderos
en la franja que arrebata, el paso enrojecido del corazón.

Soy el espejo de tu alma
donde el ave vuela, y con raíces pronunciadas de un  árbol que crece.

Quisiera ser la pauta del silencio que acoge tu esperanza
y la esmeralda que brilla en iris de tu mirada,
mas sé, que no puedo consolar, el dolor que empuja la sangre
y gotea por los caminos golpeando a la mar, en el azul vástago de tus sueños.

Perdido en la frontera donde se cruzan las almas
voy buscándote,
porque sé, 
que a pesar de los pesares, la ceniza envuelve la esencia de aquella canción
que no marchó con los vientos,
y en la lejanía de un astro, resurge como la luz
que espolvorea el polen en la virginidad del sentimiento.

Quiero entregarte, lo que en verdad me pertenece;
el cristal limpio de las palmas de mis manos,
la mirada que aborda la vida en el calendario de mis días,
y el ungüento que cicatriza  heridas.

Frágil soy ante el dolor
por eso, ven y abre mi costado
porque en él, hay tierra del labrador
que hace germinar sobre tu piel
la semilla que encierra el latido.

Quizá, no tengo un nombre
pero sé,
 que soy en la huella descalza,
la desnudez que abriga
la sangre derramada por tu herida.



viernes, 25 de octubre de 2013

"Walkiria"







Llegó  la lluvia con la tormenta arracimada al cielo,
sé, que tenía que vivirlo,
y me sumergí entre las sombras
para levantarme como el fuego.

El trueno marcaba el paso del réquiem nocturno
que se desvanecía 
con la misteriosa luz del rayo.

Nada quedaba en mis manos
y mi corazón ardía
con la llama ensalzada, de la inexistencia etérea
que me daba la vida fuera de esta morada.

¡Oh, alma de las Puertas Celestes!
Pertinaz en la libertad de los sucesos,
fui todo en la consciencia ambigua
que da las formas de la muerte esperada.

Con el grito divino
por la fuerza del espíritu,
fue acogido mi sentir
por los mundos 
de Eliseo y de Isis…

Llegó como la lluvia el amor inesperado
que fluía como el viento
y deshacía los contornos del pasado.

Sé, que tuve que vivirlo,
para salir de mi existencia
con la libertad que se propaga más allá de las estrellas.

Y ser la Walkiria
que rescata mi alma
de las existentes moradas,
para ser, en mi inexistencia
 la orla del tiempo amalgamada a la eternidad
como hija de Eliseo.






¿Qué fue antes del tiempo, del Todo y de la Nada?






¿Qué fue antes del tiempo, del Todo y de la Nada?

Estoicamente aguanté las ráfagas del viento
que sepultaban mi corazón 
en aquella hiedra de olores calcinados por los olvidos.

Sujeté mis lágrimas de soledad
al vació de  la memoria, que cautivaba mis latidos.
Antes de brotar,  fui  el presagio de la vida
en la húmeda corona del sueño.

¡Pero no!
No tuve más remedio que asir la muerte, para nacer.
Gritaron las luces el chasquido de mis dedos
que aún somnolientos sonreían al azar.

Pasaron noches perdidas en los valles de mi sombra
y tan sólo una estrella, cruzó el desfiladero
que apagó la sed de mi alma,
y bebí de los sueños, toda luz y  esperanza.

Atrás quedó el oxido vulnerable
que el viento crucificaba en la sal errante de las lágrimas.




" Donde el viento viaja con el silbido"




De mi luz se descuelgan los faroles de un pasado,
oh, noche inerte, seductora en las calles perpetuas de un latido.

 Soñé  con alcanzar tu resplandor
allí, donde el viento viaja con el silbido
y las estrellas son racimos de amor.

Tal vez, una lágrima inundó mi corazón
que de alas se prestaba a tu dulce canción,
y en tu mirada creí ver, los paisajes verdes del alma,
y quise ser la arena de tu reloj.

Pero tan sólo, el espejo de mi propia percepción soñó,
y quise ver luz, donde sólo había un manto oscuro. 

Cuántas horas han pasado
cuántas alas de mariposa revoloteando,
cuántas lágrimas en la oscuridad de la incomprensión
y cuánta luz soslaya en el alma.

Me adentrarme a tu abismo
portando mi llama
que a menudo sentí por la ráfaga del viento, como se apagaba,
y la huella lacerada  de la noche que ahoga y aturde la mirada
quedó como el señuelo, ahora lejos de mi palabra.

Fui errante y conquistadora,
sin saber,
 que tan sólo la lejanía produce la paz del alma,
por eso, con una lágrima sé,
que nada he de hacer.
La oscuridad de flechas y desamores
 a la vida matan.





jueves, 24 de octubre de 2013

"Golondrina Azul"





Me sentí  ajena al tiempo que vencía las horas
y dejé morir aquel suspiro,
 cual golondrina azul,
para encontrar el camino de vuelta.

¿Quién perfiló el destino?
¿Y quién,  susurró a los vientos el llanto de la hoja perdida?
¿Quién, si no tú?
 embravecido con el coraje de los fuegos
y el ópalo de la vida
que hacía del cielo la cornisa del alma
y de la mirada los mares del infinito.

Y volé, 
sin mas sendero,  que la brisa del aire abandonando el Universo.
Con piel de plumas y corazón de terciopelo
envejecí en el cuenco de tus manos,
para reposar mi esencia
en los bosques encantados de un destino,
que viró, como un cometa e hizo del viento
las huellas incontables, que aún perduran en el arco estelar.

Y me fundí con la sal del mar
para ser agua de vida 
y una golondrina azul, errante, 
para volar de nuevo sobre tu faz.





miércoles, 23 de octubre de 2013

"Corazón de agua"








No soy juez en la herida abierta
que sangra la arena de los relojes
y enmudece en la sombra, sola y sin faz de luz.

No soy la balanza que se decanta,
tal vez,  sólo sea una lágrima 
que cae insonora sobre las dunas y el viento la arrastra.

 Corazón de agua,
punto de luz,
alma que sondea la profundidad y emerge con las alas.

Peregrinos que sueñan
y piel que se abraza.

Corcel imaginario
¿Quién te materializara?

Si bien, puedo tocar con mis dedos
la crin de tu espalda
no puedo galopar sobre la luna perlada,
y lloraré  por un tiempo
la noche que opaca el resplandor y que se oculta tras la mirada.

Pero nunca juzgaré, si eres sombra, o voz callada,
seguiré con la danza del agua
siendo gota en el océano
y de ojos púrpuras
donde el amor, es baluarte
en la sonrisa de las almas.

Y navegaré sin juzgar
si eres río, o mar,
si eres noche, o la oscuridad secuestrada,
si eres amor, o la ausencia del alma,
mas vierto mi amor, sin saber, que deparan los relojes
y qué me deparará,  la luz de la luna que hace nido en mi alma.







"Indultó la noche el canto de los pájaros"




Se ondulaban las melenas del aire, en la cálida noche
 que acariciaba con un rayo de luz, el semblante
que se reflejaba en el lago azul.

Eran las doce, y los relojes silenciaron el tiempo
que acompañaba a la nocturnidad etérea.

No hubo más sol
en aquel atardecer de añoranzas
y las aves agitaban las alas
hacia un rumbo desconocido.

Indultó la noche el canto de los pájaros
que se izaba hacia el crepúsculo de la vida,
y quise creer,
que la lágrima era una semilla acuosa
que brotaría como una flor encarnada,
regada por la sangre de la inocencia.

Se levantaban los velos
y florecían violetas, a cada canto de luz y amor por las sendas.

Mas no supe comprender, que el tiempo deslizaba sus manos
y la arena de cada cuerpo dejaba la llave de un después, en cada estrella.

 Fijé mis ojos a la luz de tu rostro
y vi en ellos
el semblante del lago azul,
y comprendí que el Universo era Uno,
y yo, tan sólo un segundo
que corría en el cauce de una lágrima,
tan eterna y tan efímera
como la flor que nace, resplandece y se marchita.

No hubo tiempo para el tiempo, tan sólo un silencio,
un sueño y un recuerdo
que camina hoy, con el pálpito del corazón.




martes, 22 de octubre de 2013

"Donde los espacios rompen el tiempo"








Un segundo, contempla la eternidad,
y el oleaje embiste las cuerdas del destino.

Amparada en la noche, permanecí callada,
aunque era ajena a la voluntad del silencio.

Allí, donde los espacios rompen el tiempo
el pensamiento alberga la inmunidad.
Mi memoria se deshoja en los pasillos de la ausencia,
todo es lícito en la orla de la vida
y la inocencia vierte el frío gélido, a los ojos que auscultan el mundo,
salpicando emociones en el arbusto, diametralmente opuesto a la caricia
del mundo imaginado.

De mis dedos crecen hojas verdes,
ilusiones cobijadas, en la raíz de la penumbra del alma;
amaneceres indultados, que reviven el latir del corazón
blandiendo el presente.

¿No sé si vengo, o estoy de regreso?

Un segundo alza la historia,
se rompen espejos,
y confieso el alud de sentimientos que hospeda mi alma.

En este claro cristal de auroras
permanece intachable la palabra
que renuncia a la sombra, eximiendo el combate.

Contemplo en un instante el Todo y la nada
quizá, mi conciencia sea eterna,
pero no los pies, que calzan mi mirada.






lunes, 21 de octubre de 2013

"Mi canto es, tu canto"






Que no pase desapercibida
la lágrima que trepa por el universo,
y se encarama en una estrella.

Que no cante el vacío
en las odas de alguna línea figurada
atrapando el corazón de la inocencia,

Que las manos no caminen en solitario
y tu voz y la mía sean la misma,
porque el mismo sol
nos irradia en cada esquina,
y si tú eres grande,
yo soy ave que vuela.

Que la tierra no sangre con un llanto perdido,
que florezcan las risas entre los arboles amados
y cada fruto sea,
andar con libertad.

Yo existo
porque tú, existes,
y mi canto es, tu canto.









"El canto del ruiseñor"



La ceniza cae sobre el campo verde
que ampara las amapolas,
deshojando el  terciopelo rojo de los pétalos
llevados por el viento, en la esperanza de una inocencia.

Fue la noche, austera en la luz.
Mas el candil del alma, iba iluminando un sendero angosto,
presagio de un tiempo por nacer
y el oleaje de un destino.

Lloró el canto del ruiseñor
en la soledad que aparentaba la serenidad, concebida tras la caída de los dioses,
y se alzó el grito en la bóveda celeste
de aquel, que aún nacido, supo, por el principio de su halo
la condición de su muerte.

Errando voy por los caminos,
floreciendo en el olvido de la geometría
y vinculada al descenso de la luciérnaga, en medio de la noche quebrada, 
con  la orfandad, del misterio que brota del tiempo 
en los arrecifes de mi alma.

Llegará la  memoria
tribal y concebida, en la cuna de la carne que solloza.
Y anclada en el suspiro, me reconozco ante el espejo de las formas,
porque sé, que cada pétalo de amapola, se funde con la libertad del aire,
y respira el instante en la matriz acuosa
que da por nombre mi vida y teje mis horas.

Se va el ruiseñor,
agitando las alas en medio de la noche,
alejándose de la lágrima, que esbozó la canción
de un alma encarnada.

Y, buscaré el sonido de su voz
y el blanco de sus alas,
marcando en mi pecho el trino, que no envejecerá,
porque fui de su canto, la voz,
y de su pluma, la libertad.









"Grial"




Semidespierta camino hacia Ítaca
abandonando la eternidad,
para volverme hacia ti
como una simple mortal.

Cronos, me ha dado la caducidad del tiempo
para convertirlo en Grial,
en él, posaré las aguas de la vida
y en tus sueños de mortal,
podrás saciar, tu sed de vida.










domingo, 20 de octubre de 2013

"La noche de los lirios blancos"







Quien salva una vida 
salva el mundo entero
“Talmud”



Se desliza bajo el cielo azul 
un manto de lirios blancos, que
se van posando por todas las almas, que un día viajaron. 

Desarropadas, van quedando las flores, que hacia el universo van latiendo 

¡Oh amor…! 
Quién ha sesgado esta llama del corazón 
que parte hacia el infinito, 
cuántas rosas van prendidas en las estrellas 
que lucen en sus pechos… 

¡Oh amor…! 
Cuánta paz….cuánto silencio… 

Cuánta luz….
en este sendero.


Tiene el brillo del sol, el nacarado terciopelo de tus manos, sobre mi cuerpo, 
y se oyen, las notas de violín acariciando la faz,
que renace, como la aurora de este ocaso, que se llevando nuestros pasos. 
Seremos gloría y perdón de los tiempos venideros… 

¡Oh amor…! 
Lleva mi alma el reflejo de tu corazón.

Pero, en este viaje, sólo iremos tú y yo, cogidos de la mano 
en esta noche de lirios blancos.