jueves, 31 de octubre de 2013

"A los pies del silencio"









A los pies del silencio
mi alma  y mi voz rota,
con  manos labriegas.

Sentada bajo las ramas del ciruelo,
en el haz del aire el eco de los trinos de los pájaros,
gorriones de ida y vuelta,
 flores níveas en la garganta.

Desvanecida la aurora gotea sentimientos
de los que un día fueron,
y aún permanecen en algún sendero del corazón, que no se olvida.

Que la lucha, no sea la victoria perdida,
ni el canto ausente de la inocencia,
que los días, no duerman en el silencio de la muerte
y cada rayo de sol,
contenga la luz
de todas las voces que amaron.

Si  fui algo
alguna vez en la vida,
cierto es,
que ahora sólo canto,
y la paz cruje
los silbidos de un ayer
en las formas exactas de la memoria.




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